HISTORIA

En el año 1937, a tan solo dos años de haber concluido la Guerra del Chaco, el Dr. Máximo Acosta Colmán funda la empresa “Licorería Acosta” y posteriormente crea PULP, la gaseosa paraguaya que con el paso del tiempo se convertiría en la marca de mayor tradición e historia del país. Desde sus inicios, su hijo, el Dr. Javier Acosta lo acompañó en la tarea de dirigir la empresa.

Javier Acosta escribe en un papel la fórmula secreta y dibuja de puño y letra el logotipo de Pulp, el mismo que llega hasta nuestros días como esencia de la imagen de la marca.

La fórmula del Dr. Acosta se mantuvo inalterable a través de los años; el proceso se iniciaba con la recolección de las frutas en el campo, la extracción del jugo con todas sus propiedades, su almacenamiento y posterior envasado de manera artesanal en las tradicionales botellas de vidrio, las cuales hasta hoy mantienen su aspecto original. De esta manera, Pulp es la única gaseosa paraguaya con jugo de frutas naturales.

A poco de iniciar su exitoso camino, la familia Pulp se agranda con nuevos sabores, Piña y Pomelo.

Los cajones de madera que contenían las botellas eran transportados en los camiones de la época de la Guerra del Chaco y de los primeros años de la post-guerra.

A fines de los ’60, el desembarco de compañías internacionales interrumpe el desarrollo de la industria paraguaya; uno de los gigantes de las bebidas intenta comprar a Pulp y su fórmula. Don Acosta se niega a acceder, a pesar del duro momento que atraviesa.

Con el nuevo milenio, Pulp cambia de propietario. En el año 2001 la compra Bebidas del Paraguay, y el crecimiento es vertiginoso. Satisfecho con el amor con el que han hecho prosperar a Pulp, don Javier Acosta le entrega al nuevo grupo emprendedor una hoja ya desgastada, con la fórmula secreta de 1937, utilizada hasta hoy en día en las gaseosas frutales.

Se inaugura una planta en Luque y en el año 2006 Pulp se establece en una moderna fábrica propia, en la ciudad de San Antonio.